Los gigantes del internet mundial se reunirán el martes y miércoles en París en la primera edición de un 'e-G8' cuyos debates tienen por objetivo alimentar el G8 de Deauville (oeste de Francia) que se celebra los días 27 y 28 de mayo.
De Facebook a Google pasando por Amazon o e-Bay, todos los grandes nombres de internet van a compartir en una serie de mesas redondas y talleres su visión de la red y del modelo económico que habrá que poner en marcha para garantizar su desarrollo y su duración.
Este e-G8 fue convocado por el presidente francés, Nicolas Sarkozy, presidente en ejercicio del G8, para preparar la tradicional cumbre de jefes de Estado y de Gobierno del club que reúne a las economías más ricas del mundo, en cuya agenda figura por primera vez un encuentro así.
Al término del foro, que se realizará en el Jardín de las Tulerías, una delegación de participantes llevará a Deauville un resumen de los debates para "facilitar la reflexión de los jefes de Estado", indicó a AFP Maurice Lévy, director de la empresa Publicis, encargada por el Elíseo, el palacio presidencial, de organizar esta cumbre.
"Internet es un fenómeno mayor de nuestra época que nunca ha sido abordado en el G8 o en otra gran cumbre internacional. El deseo de los jefes de Estado es escuchar a las personalidades más importantes del mundo de internet su visión para el futuro", indicó la presidencia francesa.
En el programa de debates figuran las temáticas habituales par los actores del sector, como el impacto de internet en el crecimiento, el problema de respeto de la vida privada y de la propiedad intelectual, o el desarrollo de las redes ante la explosión del ancho de banda.
El ministro francés de Cultura, Frédéric Mitterrand, deseaba por su parte en el diario francés Figaro del sábado que las empresas de internet "contribuyan mucho más a financiar la creación".
Sin embargo, es poco probable que el e-G8 llegue a anuncios concretos a nivel mundial sobre asuntos sensibles y estratégicos, como el almacenamiento de información personal o la financiación de nuevas infraestructuras.
"En la práctica, podemos asistir a una serie de monólogos ya que las diferencia de puntos de vista entre los Estados de una parte, y entre los actores, de otra, son considerables", subraya uno de los participantes, Benoit Sillard, director del grupo CCMBenchmark.
Algunas asociaciones, como la altermundialista Attac, van incluso más lejos al anunciar la visión puramente económica del e-G8 y el hecho de que la sociedad civil y los usuarios de internet no estén representados.
"Este foro es una pantalla de humo. Bajo cobertura de un proceso pseudo consultivo, la voluntad manifestada por los gobernantes es controlar un poco más el internet que se presenta", deplora Jérémie Zimmermann, portavoz de la organización francesa, La Cuadratura de la Red.
Si internet puede poner en aprietos a Estados y gobiernos como lo demostraron las revelaciones de portales como Wikileaks, es otra imagen del internet que la presidencia francesa quiere destacar.
"El tema de la libertad en internet tendrá una dimensión fundamental" en el G8, asegura la presidencia francesa. "Está claro que internet bajo todas sus formas ha desempeñado un papel probablemente decisivo, en las revoluciones tunecina y egipcia", reconoce.
"Internet es un elemento de libertad y de emancipación política y social absolutamente ineludible. Los países del G8, que son democracias, deben aportar una apoyo sin reservas a esta misión", concluye la presidencia francesa.
De Facebook a Google pasando por Amazon o e-Bay, todos los grandes nombres de internet van a compartir en una serie de mesas redondas y talleres su visión de la red y del modelo económico que habrá que poner en marcha para garantizar su desarrollo y su duración.
Este e-G8 fue convocado por el presidente francés, Nicolas Sarkozy, presidente en ejercicio del G8, para preparar la tradicional cumbre de jefes de Estado y de Gobierno del club que reúne a las economías más ricas del mundo, en cuya agenda figura por primera vez un encuentro así.
Al término del foro, que se realizará en el Jardín de las Tulerías, una delegación de participantes llevará a Deauville un resumen de los debates para "facilitar la reflexión de los jefes de Estado", indicó a AFP Maurice Lévy, director de la empresa Publicis, encargada por el Elíseo, el palacio presidencial, de organizar esta cumbre.
"Internet es un fenómeno mayor de nuestra época que nunca ha sido abordado en el G8 o en otra gran cumbre internacional. El deseo de los jefes de Estado es escuchar a las personalidades más importantes del mundo de internet su visión para el futuro", indicó la presidencia francesa.
En el programa de debates figuran las temáticas habituales par los actores del sector, como el impacto de internet en el crecimiento, el problema de respeto de la vida privada y de la propiedad intelectual, o el desarrollo de las redes ante la explosión del ancho de banda.
El ministro francés de Cultura, Frédéric Mitterrand, deseaba por su parte en el diario francés Figaro del sábado que las empresas de internet "contribuyan mucho más a financiar la creación".
Sin embargo, es poco probable que el e-G8 llegue a anuncios concretos a nivel mundial sobre asuntos sensibles y estratégicos, como el almacenamiento de información personal o la financiación de nuevas infraestructuras.
"En la práctica, podemos asistir a una serie de monólogos ya que las diferencia de puntos de vista entre los Estados de una parte, y entre los actores, de otra, son considerables", subraya uno de los participantes, Benoit Sillard, director del grupo CCMBenchmark.
Algunas asociaciones, como la altermundialista Attac, van incluso más lejos al anunciar la visión puramente económica del e-G8 y el hecho de que la sociedad civil y los usuarios de internet no estén representados.
"Este foro es una pantalla de humo. Bajo cobertura de un proceso pseudo consultivo, la voluntad manifestada por los gobernantes es controlar un poco más el internet que se presenta", deplora Jérémie Zimmermann, portavoz de la organización francesa, La Cuadratura de la Red.
Si internet puede poner en aprietos a Estados y gobiernos como lo demostraron las revelaciones de portales como Wikileaks, es otra imagen del internet que la presidencia francesa quiere destacar.
"El tema de la libertad en internet tendrá una dimensión fundamental" en el G8, asegura la presidencia francesa. "Está claro que internet bajo todas sus formas ha desempeñado un papel probablemente decisivo, en las revoluciones tunecina y egipcia", reconoce.
"Internet es un elemento de libertad y de emancipación política y social absolutamente ineludible. Los países del G8, que son democracias, deben aportar una apoyo sin reservas a esta misión", concluye la presidencia francesa.
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