El Gobierno trasandino lanzó el martes su señal de prueba de televisión digital bajo la norma japonesa: el ministro de Transportes y Telecomunicaciones, Felipe Morandé, señaló que la intención es “llegar a todos los hogares chilenos en un plazo razonable”.
Al mismo tiempo, el funcionario garantizó que la señal cubrirá todo el territorio a más tardar en 2018 y prevé que para 2015 el 85% de la población ya tendrá acceso a esta tecnología de manera gratuita.
El proyecto de ley para normar la aplicación de la televisión digital en Chile se discute en el Congreso y se espera su aprobación para octubre, lo que permitirá que la señal se implemente de manera progresiva en el resto del país.
Chile siguió el camino de otros países latinoamericanos y adoptó la norma ISDB-T, creada en Japón y adaptada en Brasil y que también eligieron Argentina y Perú.
La decisión se tomó durante el gobierno de la ex presidenta Michelle Bachelet (2006-2010), argumentando que permitía “la mejor calidad de recepción, dadas las condiciones geográficas del país”. En Chile más del 60% de los hogares tiene acceso solamente a la televisión abierta y no a la televisión por cable, que sí ofrece una señal digital.
A diferencia de la televisión tradicional, que codifica los datos de manera analógica, el sistema digital codifica sus señales de forma binaria, lo que permite una interacción e intercambio entre el consumidor y el productor de contenidos, mediante aplicaciones.
Al mismo tiempo, el funcionario garantizó que la señal cubrirá todo el territorio a más tardar en 2018 y prevé que para 2015 el 85% de la población ya tendrá acceso a esta tecnología de manera gratuita.
El proyecto de ley para normar la aplicación de la televisión digital en Chile se discute en el Congreso y se espera su aprobación para octubre, lo que permitirá que la señal se implemente de manera progresiva en el resto del país.
Chile siguió el camino de otros países latinoamericanos y adoptó la norma ISDB-T, creada en Japón y adaptada en Brasil y que también eligieron Argentina y Perú.
La decisión se tomó durante el gobierno de la ex presidenta Michelle Bachelet (2006-2010), argumentando que permitía “la mejor calidad de recepción, dadas las condiciones geográficas del país”. En Chile más del 60% de los hogares tiene acceso solamente a la televisión abierta y no a la televisión por cable, que sí ofrece una señal digital.
A diferencia de la televisión tradicional, que codifica los datos de manera analógica, el sistema digital codifica sus señales de forma binaria, lo que permite una interacción e intercambio entre el consumidor y el productor de contenidos, mediante aplicaciones.
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